mercoledì 20 aprile 2011

Errando

Hace un tiempo que cambié de vida, debido a que necesitaba un cambio debido. También hace mucho tiempo que no posteo en mi blog, ocupado con face y los demás sitios que promueven mi música.
No quiero hablar de mí, pero quien me conoce sabe que siempre termino haciéndolo.
No sé, ya no lo sé, a quién pueda importarle que el otro día me senté a tomar un café en La Giralda, café al que solía concurrir de joven porque era ahí que arreglábamos el mundo en una noche.
Era simple. Nos encontrábamos los que queríamos, a la noche. Empezábamos con un pebete de jamón y queso (en ese entonces el colesterol no existía y tampoco el sida) y una gaseosa, a veces una cerveza. Terminábamos a la mañana desayunando café con churros. En aquel entonces habìa más churros que chorros, eso es cierto. Tampoco existían los cartoneros. La gente no ocupaba las casas ni los parques ni la vías. Esto es cierto. También es cierto, es necesario acotarlo bien, que estábamos bajo un gobierno militar y sucedían cosas terribles a nuestro alrededor. Yo recuerdo que todas las noches, cuando volvía de ver a mi novia, la policía me paraba en la esquina de mi casa. Tuve suerte de no caer en cosas mucho peores.
No sé por qué les cuento esto. Serà que hoy , viajando en colectivo (más que viajando, sacudido), pensé  en cómo había cambiado nuestra sociedad. Cómo cada uno se acostumbró a la aproximación en todo sentido, cómo se arraigó el "lo atamos con alambre" como si fuera el único modo de poder solucionar las cosas.
Me cuesta entender lo que vivo todos los días en Buenos Aires. Me cuesta el atropello y las colas infinitas en los bancos, me cuesta que "el sistema esté caìdo", me cuesta el engaño continuo al que siempre estamos sometidos.
Me cuesta el tráfico indecente, me cuesta el ruido insoportable, me cuesta que me pongan cumbia en el oído todo el tiempo.
Soy otra vez un emigrante al contrario, quería contarles esto a los ojos que me leen, que, además , son los míos.
Todo emigrente, tarde o temprano, escuhca la famosa frase: "si no estás bien, andate  a tu casa". La conozco en muchos idiomas. Y no sé , pero estoy seguro que muchos de ustedes la habrán escuchado decir alguna vez.
Volví a la carpintería y a hacer canciones en mi nuevo lugar. Algún día, cuando me anime, nos veremos en un concierto. Todavía no es el momento, pero lo será.
Quería sólo desahogar pensamientos en mi blog. Para eso está, creo.
Un abrazo a mis amigosigas blogueroseras.